Escenarios posibles de políticas públicas post investigación de Ocean
Schmidt en el fondo del Mar argentino
Por ocipex
Autor: Juan
Augusto Rattenbach
“Batatita” en el fondo del
Mar argentino. Fuente: Youtube/Ocean Schmidt
En
estas semanas los medios de comunicación y en las redes sociales explotó el
fenómeno de la investigación encabezada por la ONG Ocean Schmidt en lo que todos los países del mundo reconocen,
conforme al derecho internacional, como la Plataforma Continental Argentina.
Su
transmisión en YouTube tuvo picos inéditos de visualizaciones llevando a que en
redes como “X/Twitter” se iniciara una pelea entre usuarios libertarios y
opositores con acusaciones cruzadas.
Por definición, a toda
investigación científica le sigue una decisión política. Quizás el ejemplo más conocido -y extremo–
llevado a los cines de todo el mundo fue el caso del Proyecto Manhattan liderado por Robert Oppenheimer. La
decisión política posterior: bombardear Hiroshima y Nagasaki.
Pero tenemos ejemplos locales, menos conocidos, como las expediciones del HMS Beagle que
no sólo aseguraron la usurpación británica de las Islas Malvinas sino que
buscaron, desde estas, colonizar Tierra del Fuego mediante la instalación de
misiones anglicanas a lo largo del siglo XIX.
Como caso más reciente tenemos las expediciones científicas
lideradas por lord Edward Shackleton
(entre 1975/1976) sobre el potencial económico del Mar argentino circundante a
Malvinas particularmente en las actividades de pesca y el petróleo. Menos
de 10 años después aconteció la Guerra de Malvinas llevándonos al estado de
situación actual donde los británicos depredan al día de la fecha nuestros
recursos naturales gracias a la ocupación del 25% de la superficie total
argentina que es insular y marítima.
Volviendo al presente: cuando se
termine la investigación de Ocean Schmidt en el mar Argentino ¿Qué medidas se
van a tomar respecto de nuestro territorio? ¿Qué debates se darán en el
Congreso de la Nación? ¿Seguiremos el trazo de un conservacionismo ecologista rígido como lo
exige el Partido Demócrata de los Estados Unidos o nos sumergiremos en un
modelo extractivista sin controles como lo pide su contraparte el Partido
Republicano? ¿Podremos construir una alternativa argentina que piense en el
interés nacional y no ser un mero actor pasivo de las internas políticas de
Estados Unidos?
Argentina y la ciencia en el Mar
Nuestro
país tiene una vastísima trayectoria científica en todas las áreas que se nos
pueda ocurrir, incluido los espacios de alta sensibilidad territorial como lo
son el Atlántico Sur y la Antártida.
Las
investigaciones de estas características las hace el Estado Nacional de forma interministerial: Ciencia y
Tecnología, Educación, Relaciones Exteriores y Defensa. Un ejemplo
paradigmático es el desarrollo científico en la Antártida en donde intervienen
investigadores del CONICET con el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas y con
el resguardo de la Cancillería. El Ministerio de Educación, por su parte, se
encarga de registrar estas actividades para luego divulgarlas en distintos
formatos como los clásicos documentales que se transmiten en Canal Encuentro.
Quizás
el ejemplo más destacable de interdisciplinariedad científica con alcances
territoriales fue el monumental trabajo de la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA) que trabajó intensivamente durante 15 años (1995-2009) para
presentar en tiempo y forma ante las Naciones Unidas la demarcación del límite
de nuestra plataforma y por lo tanto nuestra extensión de soberanía hasta las
350 millas en el lecho y el subsuelo marino actualizando así nuestro mapa
bicontinental. Fue tal el prestigio internacional del trabajo argentino que
COPLA al día de hoy exporta servicios de asesoramiento a otros países del
mundo.
Conscientes
sobre la extensión Argentina sobre los mares y los fondos marinos en abril de 2014 se lanzó el proyecto Pampa
Azul: una iniciativa interministerial (encabezada por Ciencia y
Tecnología) para que nuestro país disponga de los medios necesarios para
profundizar los estudios de conservación y manejo de los recursos naturales
conforme el interés nacional. Esta iniciativa a su vez se complementaba a la ya
existente del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero
(INIDEP) encargada de relevar los recursos marítimos argentinos para determinar
los alcances de los permisos de pesca.
Adiós Pampa Azul, Hola Ocean Schmidt
El
gobierno de Mauricio Macri dio por tierra muchas cuestiones vinculadas con la
soberanía argentina en el Mar. Por un
lado, la ONU se pronunció de forma favorable en 2016 y 2017 a la presentación
de COPLA del año 2009. En vez de festejarlo y tomarlo incluso como un logro
de su gestión, Macri decidió negarse a actualizar las leyes internas y el mapa
bicontinental argentino conforme el nuevo reconocimiento de soberanía de la
comunidad internacional. El INIDEP fue intervenido durante su gobierno y el
proyecto Pampa Azul
durmió el sueño de los justos. Todo esto mientras se orientaba la diplomacia
argentina para “recomponer” el vínculo con el Reino Unido bajando la intensidad
del reclamo argentino de Malvinas.
Si
bien se intentaron revertir estas medidas durante el período 2020-2023, el
triunfo de Milei hizo volver todo a foja cero. No sólo se recreó la política
exterior de Macri en relación a Malvinas a través de acuerdos bilaterales con
los británicos firmados por Diana Mondino sino que también se dieron de baja
programas de ciencia argentina vinculados con la soberanía nacional entre ellos
el proyecto Pampa Azul.
Conforme
la nota de Sebastián Alí en el portal Qué
Digital (donde entrevista al ex coordinador general de Pampa Azul de
Juan Emilio Sala) la propuesta del Instituto Oceanográfico Schmidt de
recolectar información sobre los ecosistemas en la plataforma continental llegó
el 11 de diciembre de 2023. La autorización de la misma pasó por la
Cancillería argentina y el Consejo Federal Pesquero y cuenta incluso no sólo
con la participación del CONICET sino también de la Prefectura Naval Argentina
y el Servicio de Hidrografía Naval. Es decir, mal que les pese al grupo de
usuarios oficialistas que se ensañaron contra el CONICET en Twitter, esta
investigación científica se realizó por autorización del gobierno nacional
de Javier Milei.
Antes
de seguir con nuestro análisis queríamos dejar en claro quienes participan de
la investigación que se realizó en fondo del Mar argentino:
La investigación científica es encabezada por una ONG
estadounidense (Ocean Schmidt), con financiamiento privado principalmente de
origen estadounidense, con un buque con bandera de las Islas Caimán en
territorio nacional argentino (plataforma continental) con la participación de
investigadores del CONICET con la cobertura y transmisión en vivo de un canal
de YouTube de Estados Unidos.
Itinerario en el Sur Global de Ocean Schmidt. Por el momento no está
previsto hacer ninguna investigación ni en el Atlántico Norte ni en el
Pacífico Norte (Fuente: Instagram)